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El crecimiento de la empresa

Hoy vamos a hablar sobre el crecimiento de la empresa y de cómo gestionarlo. Como hemos señalado en anteriores ocasiones,

Hoy vamos a hablar sobre el crecimiento de la empresa y de cómo gestionarlo. Como hemos señalado en anteriores ocasiones, el crecimiento tiene su propia dinámica y requiere de ciertas actitudes que son relativamente independientes de las opciones estratégicas empleadas para dirigir una empresa. Además de ello, es imprescindible contar con herramientas técnicas que permitan, por un lado, proyectar el crecimiento de la empresa en base a indicadores medibles y, por otro, hacer un seguimiento del cumplimiento del “camino” trazado a fin de poder tomar medidas correctoras en caso de desviaciones negativas sobre el mismo.

El crecimiento requiere ciertas actitudes y comportamientos y una adecuada estructura organizacional que favorezca los procesos de cambio y mejora de la organización. Se trata de un proceso de transformación continuo que requiere experimentación y aprendizaje constante y, por lo tanto, requiere asumir el riesgo de que los experimentos generan errores pero que esos errores pueden acercarnos al éxito. Esta afirmación choca con el objetivo fundamental, que es estandarizar procedimientos, precisamente en la búsqueda de la eliminación de errores y fallas y, por lo tanto, muchas veces genera inseguridad, pero lo cierto es que la experimentación a la larga permite destacar por encima de los competidores.

El crecimiento requiere, por tanto, de un tipo de liderazgo que fomente y promueva las actitudes y comportamientos que favorezcan el crecimiento.

Comportamiento del crecimiento de la empresa

La experiencia de las organizaciones crecimiento óptimo demuestra que hay comportamientos específicos que promueven dicho crecimiento. Estos comportamientos son:

1. Un espíritu crítico en las personas que conforman la organización

El equipo constantemente plantea preguntas, es curioso acerca de los nuevos sistemas y tecnologías y se cuestionan si podrían llevarse a cabo mejoras en las operaciones en curso y en posibles nuevos campos de actividad.

2. Debate constructivo cuando la ocasión lo requiere

La crítica de lo que existe es recibida como una contribución positiva, que puede conducir a nuevos enfoques e ideas de negocio diferentes o alternativos a los que ya están en marcha. Se trata de adoptar una óptica común, dejando atrás los egos propios, es decir, el mal del NIH (Not discovered here) no se ha manifestado.

3. Existe un flujo de información capital interna fluido

No hay tabús: los individuos que componen la organización, especialmente en los niveles de gestión, generalmente colaboran y comparten información, sea de la índole que sea. Esto no quiere decir que todo el Mundo tenga que saberlo todo, sino aquello verdaderamente importante, otorgándole al miembro dado la confianza suficiente para que disponga de este tipo de información.

4. Experimentación constante

Generada por procesos de «prueba y error», a través de ellos se producen nuevos conocimientos. Las organizaciones con un alto crecimiento muestran alta tolerancia para los errores y los fracasos, porque se consideran como un medio necesario para el aprendizaje y para generar ideas rentables.

5. Más allá de empleados: miembros de un equipo

En este tipo de organizaciones, en las que el crecimiento ha aparecido de forma recurrente, se observa en muchas de ellas que los altos ejecutivos tienden a ser humildes y sabios, escuchando a sus trabajadores, que no son simples asalariados, sino miembros de un equipo que van a aportarle valor a él, pero sobre todo, al proyecto en el que están inmersos.

6. Fomentar y recompensar comportamientos que generan estos resultados

Más allá del sueldo, se trata de apostar por lo que hoy en día se conoce como el «salario emocional»: aquella remuneración intangible diaria, además de ciertos aspectos puntuales, que refuerzan el conocimiento de la organización, su filosofía, valores y funcionamiento, que incentiva la permanencia de ciertos miembros en su actual empresa.

Desde que comenzamos nuestra actividad, en Verum Management hemos formado a multitud de empresas con cursos de formación executive, ayudándoles a tener una visión de negocio más innovadora, a la par que dotándola de herramientas técnicas para planificar el crecimiento, lo que les ayuda a crecer como empresa y a diversificar su negocio, para alcanzar mayores cotas de éxito en todas sus áreas.

Si quieres conocer algunos de nuestros cursos, contacta con nosotros en info@verumasesores.com

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