La RAE define ‘argumento’ como razonamiento para probar o demostrar una proposición, o para convencer de lo que se afirma o se niega.
Los argumentos varían en función de qué o quien los aplica o necesita. Aplicado al ámbito de especialidad al que nos dedicamos, el management empresarial, en muchas ocasiones tenemos que testar ciertos argumentos de las empresas con las que trabajamos, o por el contrario, ayudarles a construirlos. Aplicando la definición, señalaremos los argumentos como la financiación de la empresa. Y es que, ésta necesita recursos financieros con los que poder financiar las inversiones para la realización de su actividad productiva o para hacer frente al pago de los gastos corrientes originados por la misma, es decir, tiene que argumentar su existencia diaria ante todos los frentes que tenga abiertos.
Fuentes de financiación en la empresa
Al margen de la auto-financiación -aspecto importante que abordaremos en otro post-, encontramos dos grandes grupos de fuentes de financiación externa de una empresa: a corto plazo y a largo plazo. Como norma general, deben utilizarse recursos financieros a corto plazo para financiar la actividad de negocio típico o normal, como por ejemplo, la compra de materias primas, el pago de los suministros, etc.. Los recursos a largo plazo, por el contrario, se deberían financiar la estructura fija de la empresa, por ejemplo, la adquisición de maquinaria o equipo. Esto es lo que técnicamente se denomina: “el axioma de la financiación”.
La financiación externa a corto plazo suele ser bancaria, pero no hay que desdeñar otros recursos a corto plazo, como la negociación del alargamiento del plazo de pago a proveedores y acreedores. Por el contrario, los recursos externos ajenos a largo plazo proceden de entidades financieras, cuando éstas otorgan préstamos a plazos superiores al año.
Las fuentes externas de financiación externas son muy numerosas, a continuación mencionamos algunas:
1. El préstamo y la hipoteca.
2. Líneas de crédito.
3. El descuento comercial.
4. El Leasing.
5. Alquiler.
6. Factoring.
7. Confirming.
8. Otras fuentes de financiación: capital riesgo y garantía mutua.
Sin olvidar que la mejor financiación es la autofinanciación, es decir, aquella que genera la empresa a través de la gestión de su negocio.
Desde que fundamos Verum Management, hemos ayudado a muchas empresas a encontrar la mejor financiación, tanto en función de sus costes, como en adecuación de la misma a la particular estructura de cada negocio. Si quieres saber cuál es la financiación más apropiada para tu empresa contacta con nosotros en info@verumasesores.com
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