El final de 2016 nos deja una nueva reforma del Gobierno de España, en materia impositiva, que cambia algunos aspectos el marco fiscal de nuestro país. El ejecutivo encabezado por Cristóbal Montoro, aprobó el pasado 2 de diciembre un conjunto de medidas que establecen nuevos límites fiscales y gravámenes, repercutiendo los mismos, tanto a particulares, como a pymes y grandes empresas. La forma en la que se dispone, el RD 3/2016 que hoy analizamos.
Cumplir con Bruselas
El Gobierno Europeo marcó en rojo a España el 3% de su PIB como cifra límite de déficit para finales de este próximo año 2017. En principio, nuestro país tenía que cumplir con dicha cuota este año, pero a tenor de la inestabilidad política, que ha supuesto no contar con un Gobierno constituido hasta el pasado noviembre, la propia Comisión Europea decidió prorrogar el plazo hasta 2018.
Es por ello por lo que el Gobierno ha pasado a la acción con un programa que mitigue el 3,9% con el que cerramos 2016 y el 3,1% con el que se prevé hagamos lo propio en 2017. En otras palabras: Bruselas aprieta, pero no ahoga.
Medidas contra el Fraude Fiscal
Para hacer frente a las exigencias de la Unión Europea, las reformas fiscales emprendidas por el Gobierno de España se van a acometer en dos frentes: fraude fiscal y remodelación de algunos aspectos del Impuesto sobre Sociedades. Como apuntábamos, ello repercute en algunos aspectos ligados a fiscalidad pura, pero también a otros aspectos relacionados directamente con el ciudadano de a pié.
En el apartado de incentivos contra el Fraude Fiscal, se marca un nuevo límite de 1.000€ (antes 2.500€) para los pagos en efectivo, lo que se prevé generen unos nuevos 500 millones en las arcas públicas.
También se ha impuesto la obligatoriedad para el sistema de información inmediata del IVA, que se implantará a partir del 1 de julio de 2017 y afectará a unos 62.000 contribuyentes, que aglutinan el 80% de la facturación de ese tributo. En concreto, los inscritos en el Registro de Devolución Mensual del IVA, las grandes empresas -aquellas que cuenten con una facturación anual de más de 6 millones de euros- y los grupos de IVA. Cantidad prevista de recaudación: 1.500 millones de euros.
A lo sumo, este apartado completo reportará 2.000 millones de euros.
Remodelación de Sociedades
Como su propio carácter sugiere, el grueso de la nueva reforma fiscal de 2016 pasará por nuevos estándares para el Impuesto sobre Sociedades. Si bien el Gobierno ya anunció el pasado octubre la subida en los pagos fraccionados de dicho impuesto, es ahora cuando se anuncia la eliminación de exenciones por dividendos, compensación de pérdidas y deterioro del valor de participación. Lo explicamos:
– Exención por dividendos: no se podrán deducir las pérdidas por «transmisión de participaciones» y tampoco se podrían integrar en la base imponible las pérdidas resultantes de la participación en entidades ubicadas en paraísos fiscales.
– Reversión de los deterioros de valor de participaciones: por un importe mínimo anual, de forma lineal durante cinco años.
– Limitación a las grandes empresas en la compensación de pérdidas de años anteriores: las empresas que facturen más de 60 millones solo podrán deducirse el 25% de estas pérdidas y las que facturen de 20 a 60 millones, el 50%.
– Nuevo límite para la aplicación de deducciones por doble imposición: Será el 50% de la cuota íntegra (para empresas que facturen más de 20 millones anuales).
El monto estipulado de recaudación a través de este conjunto de medidas es de 4.650 millones.
Subidas a tabaco, alcohol y bebidas azucaradas
Adicionalmente, se han dispuesto subidas de impuestos para ciertos productos no básicos. Sube un 5% el impuesto que grava las bebidas alcohólicas intermedias (vinos de Jerez, vinos de Oporto y mistelas) y las espirituosas (ron, whisky, ginebra o brandy, entre otras), mientras que el vino y la cereza no sufren ningún tipo de modificación.
Por su parte, el impuesto sobre el tabaco aumentará un 2,5% y el de la picadura de tabaco un 6,8%. Estas tres alzas impositivas tendrán una aplicación inmediata y la recaudación esperada es de unos 150 millones.
También se anuncian reformas impositivas en lo que respecta a las bebidas azucaradas. El Gobierno promueve un proyecto de ley sobre las bebidas carbonatadas y azucaradas, con el que espera recaudar 200 millones de euros el próximo año, medida que el propio Montoro calificó como «instrumento de lucha contra la obesidad y todo lo que significan los problemas del exceso de azúcar».
Estas partidas dibujan una recaudación por suma de 350 millones de euros en total.
2.000 millones de euros a través de incentivos contra el Fraude Fiscal.
4.650 millones de euros a través de modificaciones en el Impuesto sobre Sociedades.
150 millones de euros en impuestos directos al Tabaco y Alcohol.
200 millones de euros en impuestos directos a bebidas azucaradas.7.000 millones de euros en total.
La agilidad, elemento clave de la gestión fiscal
Seremos francos: estas medidas requieren de una reacción ágil y de garantías. La eliminación de los créditos fiscales o el aumento impositivo a una empresa que opere en uno de los sectores anteriormente dispuestos puede suponer cambios estructurales en el apartado económico y financiero de muchas pymes y grandes empresas de nuestro país.
Sin entrar a valorarlas positiva o negativamente, sí tenemos que remarcar que algunas de estas medidas tienen efectos inmediatos, y a tenor de estas fechas, que pese a coincidir con el cierre del Año Fiscal, “todavía queda año” hasta el 25/07, recomendamos actuar cuanto antes.
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